Cuentan que cierto día en un monasterio Zen-Budista, los monjes se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto.El Gran Maestro convocó a todos los disci'pulos para determinar quien seria el nuevo centinela. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo:- Asumira el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar.Entonces, coloco una preciosa mesita de finas maderas en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos, y encima de esta coloco un jarron de porcelana con un diseño de exquisito gusto y refinamiento, con varias rosas amarillas de extraordinaria belleza en el. Y dijo así:- ¡Aqui esta' el problema! –señalando directamente al precioso jarron.
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarron de extremo valor y belleza, con maravillosas flores en su interior.¿Que representaria? ¿Que hacer? ¿Cual era el enigma encerrado detras de todo esto? ¿Donde estaba el problema?En ese instante, uno de los discipulos saco una espada, miro al Gran Maestro y a todos sus compañeros, se dirigio al centro de la sala y... ¡zas! Blandiendo la espada, destruyo todo de un solo golpe.La escena fue impresionante.Tan pronto el discipulo retorno a su lugar, el Gran Maestro dijo con voz contundente:- Usted sera el nuevo Guardian del monasterio.
14 diciembre 2005
El Problema
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Para que piensen un ratito...
Saludos
Que horrible, no entiendo T_T
saludos y bendiciones,
Mikamy
jajaja creo q eso quiere decir no confies en nada ni nadie no jusgues por lo que parece o algo asi ...
me equivoco
No importa como sea el problema... si perjudica hay que cortarlo de raíz
Publicar un comentario